Esta semana os traemos un tema bien interesante y que creemos que puede serviros de gran ayuda a la hora de comprar una joya: vamos a aprender a diferenciar entre un flash, un baño y un chapado de oro.
La principal diferencia entre estos tres acabados es el grosor del recubrimiento:
- Flash: como su nombre indica, se trata de una deposición muy fina de oro sobre el metal base, es decir, simplemente es para dar color pero va a ser muy poco duradero.
- Baño: cuando hablamos de esta técnica ya implicamos más grosor, y por lo tanto, más oro en la superficie de la joya. Suele variar entre 0,1 y 0,3 micras lo que va a dar como resultado un color más duradero en el tiempo, una joya de mayor calidad.
- Chapado: es la técnica con la cual conseguimos resultados más duraderos, ya que la cantidad de material depositado varía entre 1 y 10 micras. Evidentemente, van a ser piezas más caras y consecuentemente van a resistir mejor el paso del tiempo.
Tenemos que tener en cuenta que ninguna de estas tres técnicas es eterna, ya que hay muchos factores externos que pueden corromperlo como puede ser el roce, el sudor, la humedad o incluso algunos productos cosméticos.
La mejor manera de conservar siempre perfectas tus joyas bañadas en oro es guardarlas en su cajita original y quitártelas cuando vayas a hacer ejercicio o a la playa, de esta manera conseguirás que esté como nueva mucho más tiempo.
Esperamos que os haya parecido interesante, sin nada más que añadir, ¡Nos despedimos hasta la próxima!
¡Un abrazo!
Equipo Sophie&Loheme.